sábado, 29 de octubre de 2011

¿Yo estoy indignadisima y tú?



Si. Yo estoy indignadisima, y además de eso asustadisima, preocupadisima porque a no ser de que algo inesperado suceda el lunes día de las brujas los bogotanos nos despertaremos con un esperpento de Alcalde. Ojala pudieramos aplicar un "treat or trick¨ y salvarnos de lo que se nos viene. La cosa esta para taparse los ojos y hasta romper la ley seca para ahogar la pena. Es que no es para menos, lo que se viene no va a ser como el caso del presidente Santos, que aunque muchos estaban escépticos de lo que podía ser su gobierno no ha hecho más que dar sorpresas y dejar muchos callados. Ese no va a ser el caso de Petro Alcalde, va a ser en cambio la muestra de que cuando las cosas están mal siempre pueden estar peor.

Últimamente la gente anda indignada por muchas razones, sobre todo los bogotanos por el estado en que se encuentra la ciudad. Un poco arriba (Wall Street) y un poco abajo (Chile) protestan, y nosotros justo en la mitad ¿Por qué protestamos? ¿Quién lidera? ¿Quién "jala" a los demás para unirse por una causa, cualquiera que sea? ¿Qué nos mueve? A primera vista pareciera que sólo fútbol nos jala, nos une, porque aunque nunca ganemos ahí seguimos teniendo fé y esperanza. Hagamos una rápida revisión de las protestas que ha habido en el país recientemente: 1. la protesta de trabajadores de Pacific Rubiales - 2. la Protesta Estudiantil.

La primera es una clásica protesta sindical mezclada con otros factores de orden pùblico y social que encuentran caldo de cultivo cuando el río esta revuelto. Era apenas normal y previsible que que ante la llegada de un moustro como Pacific Rubiales a una tierra del olvido como era hasta hace algunos años la Orinoquía. Sin importar las codiciones laborales que ofrece la empresa y beneficios que ésta empresa ofreciera, la comunidad saliera a pedir más. Los "social rent seekers" también existen. Y se alborotan cuando se tiene un vicepresidente rueda suelta que hace eco a todas sus súplicas hasta el punto que la compañía ya se aburrió, y esta a punto de cerrar operaciones.

La segunda, una protesta estudiantil por un proyecto de ley que busca reformar la educación superior, en días pasados 20.000 estudiantes marcharon por las calles de Bogotá para manifestar su oposición a la reforma educativa. Colombia gasta 4.7% del PIB en educación y lo que es clave en la discusión es como hacer un mejor uso y más eficiente de esos recursos existentes. Eso sin hablar el verdadero cuello de botella de la educación en Colombia esta que es la educación primaria, secundaria y preescolar. Acá una cantidad de jovenes que están en todo su derecho a protestar, parece que entienden muy poco del problema. Ahí si como dice el dicho "primero mi primaria".

Hay que reconocerles a los sindicalistas y estudiantes, su unión y organización por la que consideraron su causa. Actuaron. Seguramente al principio se indignaron y por eso la indignación es buena, sirve para despertarse y salir de la indiferencia. La indignación no siempre es inútil, a veces es un buen primer pellizco. Lo clave es indignarse cortico, reaccionar rápido y hacer algo al respecto, o al menos intentarlo. Lo grave es cuando eso no trasciende y nos quedamos simplemente comentando indignados en las sobremesas sobre la crisis en la que se encuentra Bogotá.

Ojalá mañana 30 de Octubre, salgamos todos masivamente a votar. Ojalá salgan todos los indignados que tanto se quejan por el "hueco en el que se encuentra Bogotá", ojalá salgan los arrepentidos por no haber votado en las pasadas elecciones y ojala salgan los también arrepentidos, pero por haber votado por Samuel Moreno. Sería una manera de reconocer nuestro error al elegir mal a nuestros gobernantes o simplemente nuestra indiferencia al no haberlos elegido. Ya nos dimos cuenta las consecuencias que esto trae. Si salimos, votamos y elegimos bien, las cosas podrían estar cambiando para bien.

La ley seca (menos empezando el sábado a las 6pm del sábado) no va a evitar ni borrachitos, ni mucho menos fiestas de halloween. Eso lo de menos, lo importante y lo de más es que mañana lleguemos a votar, que lleguen a ángeles, vaqueras y hasta diablas con poca ropa ¿por qué, no? serían unas eleciones pintorescas. Confirmaría eso de lo que han hablado varios candidatos, que Bogotá es una ciudad 24 horas que nunca no duerme. Mañana tendremos la oportunidad de demostrar que la ciudad y el país sí nos importa y que para bien o mal las cosas que hagamos o dejemos de hacer si nos afectan a todos.

Salgamos a votar enguayados o disfrazados, eso que importa, eso no nos quita, pero si nos pone como ciudadanos, nos da además derecho a exigirle a quienes elijamos mañana que cumplan lo que han prometido en campaña, y de paso aseguraremos que los micos, elefantes, ladrones y piratas se queden en Halloween. Si todos ponemos evitaremos ver a un populista disfrazado de progresista gobernandonos en los próximos años. Este domingo tenemos la oportunidad de pasar de la indiganación a la acción, no la dejemos pasar. Salgamos a votar y no nos equivoquemos.

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